Quevedo nació en Madrid en el seno de una familia de
hidalgos provenientes de la aldea de Vejorís, en las Montañas de Cantabria. Fue
bautizado en la Parroquia de San Ginés el 26 de setiembre de 1580. Su infancia
transcurrió en la Villa y Corte, rodeado de nobles y potentados, ya que sus
padres desempeñaban altos cargos en Palacio. Su madre, María de Santibáñez, era
dama de la Reina, y su padre, Pedro Gómez de Quevedo, era el secretario de la
hermana del Rey Felipe II, María de Austria. Quevedo perdió a su padre a los seis años, quedando bajo la tutela de su tío Don Agustín de Villanueva. Físicamente sufría una leve cojera por deformación de los
pies y su exagerada miopía lo obligaba a llevar anteojos. Cursó estudios en el
colegio de la Compañía de Jesús en Madrid y en la Universidad de Alcalá
(Madrid); Cuando abandonó esta primera formación, estudió teología en la
Universidad de Valladolid (1601-1606), pues allí se había desplazado la Corte. Durante su estancia en la Corte de Valladolid parece ser que circularon los primeros
poemas de Quevedo, que imitaban o parodiaban los de Luis de Góngora bajo
seudónimo (Miguel de Musa). Él poeta cordobés detectó con rapidez al
joven que minaba su reputación y ganaba fama a su costa, de forma que decidió
atacarlo con una serie de poemas; Quevedo le contestó y ese fue el comienzo de
una enemistad que no terminó hasta la muerte del cisne cordobés, quien dejó en
versos constancia de la deuda que Quevedo le tenía.
Quevedo visita Italia en 1613 al ser requerido por el Duque
de Osuna, en aquel entonces Virrey de Nápoles, el cual le encarga importantes y
arriesgadas misiones diplomáticas con el fin de defender el virreinato que
empezaba a tambalearse; entre éstas actuó contra Venecia y tomó parte en una
conjura. En 1620 el Duque de Osuna fue derrotado, por lo que Quevedo fue
desterrado en La Torre (1620), encarcelado en Uclés (1621) y, por último, desterrado
de nuevo en La Torre.
En 1634 contrajo matrimonio con Esperanza de Mendoza, aunque
la abandonó al poco tiempo. De nuevo se siente tentado por la política, pues ve
el desmoronamiento que se está cerniendo sobre España y desconfía del
Conde-Duque de Olivares, mano derecha del rey, contra quien escribió algunas
diatribas amargas. Debido a un asunto sobre una conspiración con Francia, es en
1639 detenido y encarcelado en San Marcos de León, donde las duras condiciones
mermaron su salud.
Francisco de Quevedo es puesto en libertad en 1643 y se
retira a La Torre para después instalarse en Villanueva de los Infantes donde,
el 8 de septiembre de 1645 fallece.
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